Guía de Tipos de Oro: Colores y Características
El oro, un metal precioso y símbolo de riqueza y elegancia, no solo se presenta en su tradicional color amarillo. Existen diversas tonalidades de oro, cada una con su propia belleza y características únicas. Las más populares son el oro amarillo, blanco y rosa. Estas variaciones de color se logran mediante la mezcla de oro puro con diferentes aleaciones de metales. A continuación, exploramos estas tonalidades y sus composiciones.
Oro Amarillo
El oro de 24 quilates, conocido como oro puro, es extremadamente maleable y no se utiliza comúnmente en joyería por su suavidad. Por ello, el oro de 18 quilates, con una composición más rígida, es preferido para la fabricación de joyas. Este tipo de oro amarillo se compone de un 75% de oro puro, combinado con otros metales como paladio, plata o cobre. Una aleación típica de oro amarillo de 18 quilates puede contener un 75% de oro puro y un 25% de plata. Otra variante mezcla un 75% de oro puro con una mayor proporción de plata y una menor de cobre, logrando así el tono amarillo característico.
Oro Blanco
El oro blanco es una elegante aleación de oro puro con metales blancos como paladio, platino, plata, zinc, manganeso o níquel. Se recomienda evitar el níquel debido a las alergias que puede causar en algunas personas. Al mezclar oro con paladio o platino, se obtiene una aleación de mejor tonalidad blanca. El oro blanco de 18 quilates generalmente contiene un 75% de oro puro y un 25% de paladio. Otra fórmula popular para el oro blanco es una mezcla de 75% de oro puro, 16% de paladio y 9% de plata pura.
Oro Rosa
El oro rosa es uno de los más valorados por su distintivo color y la complejidad en su composición. Una aleación estándar de oro rosa de 18 quilates incluye un 75% de oro puro y un 25% de cobre. Otra variante combina un 75% de oro puro con un 21% de cobre y un 4% de plata, logrando ese tono rosa tan característico y deseado.
Conclusión:
Cada tipo de oro tiene su propio encanto y aplicaciones en joyería. Mientras que el oro amarillo es apreciado por su clasicismo, el oro blanco ofrece una alternativa moderna y elegante, y el oro rosa se destaca por su tono cálido y romántico. La elección entre estas tonalidades dependerá del gusto personal y del diseño deseado, pero todas ellas ofrecen la misma calidad y valor inherente al oro.
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FUENTE DE INFORMACIÓN: Varias