Consejos para el Cuidado de las Perlas Naturales
La perla orgánica, se divide en dos grandes grupos: perlas naturales, formadas mediante un proceso natural en las valvas de los moluscos, y perlas cultivadas, que son las que con más frecuencia podemos encontrar en el mercado. El exterior de las perlas naturales o cultivadas está formado por capas concéntricas de nácar, y el nácar es materia orgánica, si las perlas no son cuidadas de manera adecuada, puede ocurrir su desecación. Los primeros síntomas de la “enfermedad o muerte” de una perla es la pérdida paulatina de su brillo, se torna mate, seguidamente, surgen fisuras y grietas en el nácar y puede llegar a perder trozos o capas de nácar o incluso quedarse sin él.
Cuando las perlas pierden su lustre o brillo natural o, como popularmente se dice, “enferman o mueren”, es imposible devolverlas a su estado anterior.
Evite los productos químicos o demasiado agresivos como el amoníaco o el vinagre. Los productos que se utilizan en joyería para limpiar la plata y el oro, o los baños químicos por electrólisis estropean las perlas, por eso antes de hacer esto, hay que sacar la perla de su montura, oro, plata, u otros
¿Cómo conseguimos que las perlas no pierdan su lustre o brillo natural?
Las perlas deben ser conservadas en un lugar con temperatura constante, ni extremadamente húmedo ni extremadamente seco. Evitar los cambios bruscos de temperatura, esto puede producir una desecación excesiva de ellas.
Guarde las perlas individualmente, evite que se rocen, la perla es mucho menos resistente a rayones que los metales con los que están fabricadas las joyas. Se recomienda envolverlas en una gamuza de algodón, gasa o similar, y no guardarlas en un estuche cerrado o de plástico, las perlas necesitan transpirar. Si el clima es muy seco y/o permanecen largos períodos de tiempo sin ser utilizadas, es conveniente colocar en el sitio a guardar las perlas una pequeña caja agujereada con un algodón humedecido dentro, así despedirá humedad y las mantendrá hidratadas.
No debemos dejar las perlas en el cajón sin usar durante mucho tiempo. Usarlas, aunque sea para estar en casa. No usarlas mientras hace deporte, ya que el sudor es ácido y puede deteriorar su brillo con el tiempo.
Las lacas, cosméticos, perfumes, jabones son enemigos de las perlas, colóquese las perlas después de haberse puesto los productos de cuidado personal. Que las perlas sean lo último que se pone y lo primero que se quita.
No sumergir las perlas en agua, no llevar perlas cuando se ducha o lava el cuerpo, o si va a la playa o la piscina, el contacto en exceso con el agua puede dañar al nácar.
Aunque las perlas se forman en moluscos marinos, no les va bien el agua salada. La composición química de la perla está formada por: una sustancia orgánica llamada conquiolina, una sustancia mineral llamada aragonito o carbonato cálcico y agua, nunca se encuentra sal en su composición. El efecto de la sal es desecar, provoca que el agua se evapore.
Después de usarlas, límpienlas con un paño húmedo para quitar restos de grasa del cuerpo que ensucian y opacan la perla, para ello, frotar delicadamente con el paño húmedo, si es preciso y de vez en cuando, añadir un poco de jabón suave o pH neutro para hacer una limpieza más completa. Sin embargo, aunque las perlas agradecen de vez en cuando un poco de humedad, nunca debemos dejarlas sumergidas en agua, si están pasadas/enfiladas con hilo, lo dañaría. Revisar con frecuencia el hilo de pasado/enfilado y los nudos que aseguran y separan, si existe más separación de la necesaria entre perlas, o si está muy gastado o sucio es necesario realizar un nuevo pasado/enfilado de hilo, siempre con nudo, esto evita que caigan todas las perlas si se rompe, y más aún, evita que las perlas se rocen entre sí.
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Post de Malena de Botana
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FUENTE DE INFORMACIÓN: Varias
JOYERÍA CONTEMPORÁNEA
DISEÑO
La joyería está ligada a otras expresiones del arte como la pintura, la escultura, la música, la literatura, el cine, el teatro, la danza, la arquitectura,…; el origen de la joyería es tan antigua que se inicia con las actividades más primigenias de la humanidad.